Aumenta la brecha de ingresos entre hombres y mujeres.

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La brecha salarial no es una novedad, y si ya no es sorprendente significa que es MUY preocupante.

Una reciente publicación del diario La Tercera destaca los resultados del estudio “Zoom de Género: Especial Brechas de Ingresos laborales”, realizado por el Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales junto a la fundación ChileMujeres.

A modo de contexto, el informe señala que su elaboración es “a partir del procesamiento de información de la base de datos de la Encuesta Suplementaria de Ingresos del INE, la cual es una encuesta anual que aporta información detallada sobre los ingresos de la ocupación principal y que permite realizar las mismas caracterizaciones disponibles en la Encuesta Nacional de Empleo de la misma entidad”.

Dicho esto, ahora veamos cuáles son las principales conclusiones:

  • A nivel agregado, la brecha de género fue del 25,5% en desmedro de las mujeres. 

  • Estas cifras implican un aumento de la brecha de género respecto a lo registrado en 2020 (20,4%), y acercándose a los niveles pre pandemia en 2019 (28,1%).

  • En todos los niveles de calificación hay una brecha de ingreso en desmedro de las mujeres

  • La brecha es mayor a medida que aumenta el nivel de calificación, llegando a 32,6% en el segmento de alta calificación.  

¿Cuáles son las razones que explican el aumento? 

Nada nuevo tampoco: informalidad, la jornada a tiempo parcial, presencia de niños, niñas y adolescente al interior de los hogares y el rol de ser proveedor(a) principal del hogar.

Respecto a la informalidad, La Tercera destaca la explicación que da Francisca Jünemann, presidenta de la Fundación ChileMujeres: “la formalidad laboral es una protección a las brechas de ingresos entre mujeres y hombres. Por eso es tan importante establecer estímulos a ella, tanto en la oferta como en la demanda, terminando con los desincentivos a la contratación de mujeres, como los costos asociados a sala cuna y la rigidez laboral, fortaleciendo las posibilidades de adaptabilidad, donde hay que tener especial preocupación por las mujeres con niños pequeños”.

El estudio demuestra además que el factor hijos o, más específicamente, la presencia de niños, niñas y adolescentes en el hogar, influye también en la brecha: a menor edad, la brecha aumenta. 

  • En hogares con menores a 3 años, la brecha es de 31,2%

  • En hogares con menores a 18 años, la brecha es de 29,7%

En cambio, en hogares sin presencia de menores a 18 años, la brecha disminuye a 21%.  

Esto se explica porque todavía como sociedad no logramos avanzar realmente hacia la corresponsabilidad, por lo tanto se sigue asumiendo (cultural y legalmente), que la mujer es la responsable del cuidado, y eso trae consecuencias asociadas a derechos laborales, que terminan repercutiendo en los salarios. 

DESAFÍOS

La igualdad de género en términos salariales es algo que nos preocupa como sociedad.

Las cifras no son muy alentadoras, y nuestro país aún está al debe con avanzar en iniciativas que permitan igualar la cancha y que las mujeres no tengan que pagar un costo por ser mujeres.

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