La trampa de la política de sostenibilidad
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En agosto de este año se realizó la tercera versión de la encuesta “Pulso de sostenibilidad”, que entrega datos sobre cómo están abordando las organizaciones los distintos temas vinculados a la sostenibilidad, y una nota del diario La Tercera destacó algunos de los resultados más interesantes.
La encuesta, a cargo de @Acción Empresas @Cámara de Comercio de Santiago y @CLA Consulting, se hizo de forma online a 153 personas relacionadas con sostenibilidad de diferentes empresas e industrias entre diciembre de 2022 y marzo de 2023.
Veamos algunos datos:
El 56% de las empresas declara poseer una política de sostenibilidad.
Las empresas productivas, es decir con impacto material, tienen mayores políticas de sostenibilidad (66%), versus las de servicios o impacto inmaterial (40%).
El cambio climático se ha consolidado como la principal preocupación de las empresas.
El 62% declara que su presupuesto para el área de sostenibilidad va a crecer en los próximos 2 años, en promedio un 26%.
Viendo el vaso medio lleno, la buena noticia es que más de la mitad de las empresas sí tiene una política de sostenibilidad (cifra que aumentó en relación al 53% de la medición anterior), por lo que podemos asumir que los problemas globales están llegando a las empresas, les importan y están realizando acciones concretas, como lo refleja el aumento en el presupuesto para el área.
Pero hay un par de datos que empiezan a drenar el vaso…
El 19% señala no tener un área específica dedicada a temas de sostenibilidad dentro de sus organizaciones.
El 27% de las empresas que tiene dichas políticas, no cuenta con un reporte de sostenibilidad.
En el caso de las firmas que no tienen una política de sostenibilidad, sólo un 11% realiza reporte y el resto no.
56% señala tener un desempeño positivo en sus políticas de sostenibilidad, y un 18% declara tener un desempeño insuficiente.
Destaca además como algo no tan positivo que frente a la afirmación “Mi empresa se preocupa de que sus empresas proveedoras también actúen conforme a la estrategia de sostenibilidad definida”, menos de la mitad (45%) da una respuesta favorable, lo que además es inferior a la medición anterior (56%).
Esta medición es un buen indicador de cómo se está abordando la sostenibilidad en las empresas. Y qué fantástico sería tener aún más datos y con mayor volumen para profundizar en la forma en que cada organización la está aplicando, dónde están las trabas, los intereses, las buenas prácticas ¡y tanto más!
LA TRAMPA
Porque el riesgo es quedarnos solo con “tener la política”, pero no tener metas claras, no medirlas, no tener incentivos alineados, no contar con directorios comprometidos, tenerla “porque hay que tenerla”. Y aquí empezamos a cruzar la línea hacia el greenwashing.
Hace algunas semanas publiqué una columna sobre un estudio del Instituto de Directores de Chile que dice que solo el 15% de los gerentes estima que su directorio desafía proactivamente la mirada de los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG).
Si bien está claro que son dos mediciones con muestras y metodologías distintas, creo que los resultados deberían estar un poco más alineados porque….. más de la mitad de las empresas tiene política de sostenibilidad, pero la percepción es que los directorios no están involucrados.
Como soy un optimista, tiendo a pensar que vamos por buen camino y que hay que seguir profesionalizando la sostenibilidad al interior de las organizaciones.
El desafío está en avanzar sin caer en la trampa.
