LEY REP: HACER DE LA SOSTENIBILIDAD UN (BUEN) NEGOCIO

Fuente: www.leyrep.cl

Hace algunas semanas entró en vigencia el cumplimiento de metas obligatorias de la Ley REP, en relación al reciclaje de envases y embalajes. Y la semana pasada, @País Circular Chile organizó un evento (Foro REP) para hablar precisamente sobre los alcances, avances y desafíos que trae esta ley para las empresas. 

Sobre este tema, @Innovación El Mercurio destacó (en esta nota) que “unos 16 mil empleos directos y millonarias inversiones genera la industria que surge al alero de la Ley REP”. En la publicación se abordan algunos de los desafíos y acciones que están realizando las empresas en función de esta ley: 

  • El reto de tratar los residuos peligrosos

  • Programa para combatir la “basura digital” recorrerá 56 localidades este año

  • El desarrollo tecnológico que requiere la ley para ser cumplida

  • Una inversión de US$ 20 millones para optimizar el reciclaje de vehículos

  • Se activa sistema para valorizar los neumáticos: hoy solo se recicla el 11%

¿Qué es la LEY REP?

La nota lo resume en simple. La Ley de Responsabilidad Extendida del Productor “implica que las empresas deben financiar y organizar la gestión de los residuos calificados como prioritarios que generan los productos que venden en el país. Esto implica su recolección, transporte, separación, almacenamiento y valorización. Así, el reciclaje en Chile deja de ser una acción voluntaria para transformarse en una obligación legal, con cargo a las empresas”.

¿Y cuáles son esos productos prioritarios? Neumáticos, envases y embalajes, aceites lubricantes, aparatos eléctricos, electrónicos, pilas y baterías. Ojo que vendrán nuevas categorías. De hecho la “Hoja de ruta para un Chile circular al 2024” del Ministerio de Medio Ambiente, considera aumentar la cantidad de productos prioritarios, para lo cual se propone “realizar estudios comparativos de factibilidad y potencial para evaluar candidatos a nuevos productos prioritarios; esto, por ejemplo, para artes o aparejos de pesca y acuicultura, medicamentos vencidos, muebles, cigarrillos, plaguicidas vencidos o textiles”. Esto ampliará el número de industrias y empresas que deberán comenzar a cumplir con esta ley.  

El Foro REP fue una instancia precisamente “a raíz de la entrada en vigencia de la Ley REP en enero de este año con la implementación del decreto de metas de recolección y valorización de neumáticos como producto prioritario, al que se sumó, en el presente mes de octubre, el decreto de metas para envases y embalajes”.

Según Pablo Badenier, cofundador de País Circular y exministro del Medio Ambiente a quien le tocó promulgar la Ley REP en 2016: “Esta ha sido una política pública que ha generado gran consenso en su diseño e implementación y pone al país en la vanguardia en economía circular al valorizar sus principales residuos”.

¡Está desafiante el escenario para las empresas! 

La Ley REP es un ejemplo de una normativa que permite: 

  • Al país, avanzar en objetivos de sostenibilidad ambiental (¡e incluso llegar a ser un referente!) 

  • A las empresas, hacerse responsables de sus impactos ambientales.

  • A los ciudadanos, saber que sus acciones también cuentan y que cambiar hábitos de consumo y de gestión de los residuos sí hace la diferencia. (Qué maravilloso sería lograr una “cultura de sostenibilidad”, donde las personas lleven a cabo e impulsen las acciones de cuidado del medioambiente por el valor que tienen en sí mismas. Pero todavía necesitamos leyes que nos den el empujón para lograrlo).

La aplicación de esta ley implica inversiones, permite la generación de empleos “verdes”, y genera oportunidades de negocio que las empresas pueden incorporar a su estrategia, especialmente si están en el mercado de alguno de los productos prioritarios. 

Como ya he dicho en columnas anteriores, la sostenibilidad hoy no es una opción para las empresas que quieren prosperar en el tiempo, y si no se hacen cargo de sus impactos voluntariamente, la normativa los obligará a hacerlo.  

La oportunidad de hacer buenos negocios a partir de la Ley REP no solo es posible, sino que deseable, para que la “economía verde” siga su círculo virtuoso y más organizaciones se den cuenta de que la sostenibilidad sí va de la mano de la rentabilidad.

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