ENVIS 2024: UNA PAUSA PARA VOLVER A LO IMPORTANTE

Hace algunos días tuve la suerte de ser invitado a participar en el Encuentro Nacional de Vinculación Social (ENVIS 2024), organizado por @balloon latam y @3xi y fue una experiencia que superó mis expectativas. 

La verdad es que fui sin saber mucho qué iba a pasar, ni quiénes iban a estar ahí, pero sabía que el objetivo era generar encuentros entre “pares improbables”, conocer experiencias de personas distintas, en un entorno natural inspirador. 

Al llegar al parque Hueñu Hueñu en Ensenada, en la región de Los Lagos, el precioso paisaje natural llena todos los sentidos, y ayuda a dejar de lado el ritmo y los “pendientes” del día a día. (Además, no había señal de teléfono). 

Durante el día escuchamos charlas inspiradoras de personas que desde distintas aristas están haciendo acciones concretas para generar impactos positivos. También tuvimos conversaciones en grupos pequeños, con personas que no conocía, con ideas distintas, pero en el fondo con las mismas preocupaciones. 

Los principales temas que se hablaron fueron el cambio climático, la colaboración, desafíos económicos, sociales y ambientales. Temas que podrían sonar muy comunes o repetitivos, pero hablarlos en ese lugar, en ese formato, con esas personas, con un enfoque más humano y personal, le dio un cariz muy distinto. 

El evento no tenía como objetivo llegar a una gran conclusión, o salir con acciones concretas, o lograr la respuesta a una pregunta. El objetivo era el encuentro en sí mismo, que tiene un valor importantísimo para crear capital social en nuestro país que ha estado tan dividido los últimos años. 

El valor del encuentro

Hay un valor enorme en el hecho de encontrarse entre personas que habitamos en un mismo territorio largo y extenso, que vivimos distintas realidades y tenemos diferentes necesidades, pero que conociéndonos un poco nos damos cuenta de que nuestras preocupaciones son muy similares.

Desconocer esas realidades, necesidades y preocupaciones es quizás la fuente principal de las divisiones, y eso ocurre precisamente por la falta de encuentro y comunicación, por estar atrincherados, a la defensiva y sin interés de conocer al otro. 

Si somos capaces de encontrarnos, surge la EMPATÍA que se vuelve relevante porque entenderemos que no podemos hacer lo que queramos a cualquier costo. Y eso va a permitir una mejor convivencia, más respetuosa, más empática. 

Aprenderemos a valorar a cada persona, que cada una cumple un rol, y que ese rol es importante para el funcionamiento de la sociedad, y que debe ser tratado con la misma dignidad que cualquier otro.   

Aprenderemos que los conocimientos no se dan solo por ir a las mejores universidades o colegios, sino que también están arraigados en culturas milenarias que tienen mucha mayor conciencia del mundo en que se vive.

Yo fui uno entre más de 1.000 personas que estuvieron en ese encuentro, y creo que si a todos les removió un poquito el piso como a mí, es que se logró el objetivo.

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